Y... ¿para qué son las oficinas?

Mucho hemos estado discutiendo estos días sobre el rol de las oficinas en el ámbito laboral. Algunas personas añoran el momento de volver a las oficinas, otros esperan fervientemente que sus empresas les permitan quedarse eternamente en casa... todas realidades muy diferentes. Pero siempre surge una pregunta de fondo: ¿Para qué existen las oficinas? ¿Qué es ese espacio al que asistíamos religiosamente de 7 a 5, aproximadamente 340 días al año, y que decorábamos con fotos y recuerdos tratando de no olvidarnos del resto de nuestro mundo?

Las oficinas han sido tradicionalmente el espacio de trabajo por excelencia. Muchos de nosotros teníamos cubículos u oficinas que sentíamos como una pequeña extensión de nuestras propiedades. La decorábamos, la hacíamos nuestra, pero en muchas ocasiones denigrábamos de ella. Muchas veces se escuchaba la frase "¿cuando será que me puedo ir de la oficina para poder trabajar?", o pensábamos que trabajar desde otro lugar era cosa del futuro... o de las empresas de Silicon Valley. Había días en que podíamos estar gran parte del tiempo sentados trabajando, incluso conectados a unos audífonos, buscando algo de privacidad. Otros días, corríamos de una reunión a otra sin siquiera pasar por este espacio tan nuestro...

Pero entonces: ¿Para qué existen las oficinas? ¿son espacios asociados a nuestro status en la organización? o son realmente divisiones físicas que ayudan a la productividad y la comodidad? ¿Aportan las oficinas a la co-creación y el trabajo en equipo? ¿ayudan a la creación de una cultura organizacional?

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Y es que la pandemia nos ha demostrado que podemos tener espacios muy diferentes para el trabajo, y que éste puede ser realizado productiva y cómodamente. Bienvenida la oficina abierta, sin asignación, con espacios de co-creación y trabajo en equipo. Bienvenidos los espacios de conversación, de cafés, de tertulia y de encuentro... bienvenidos los espacios de trabajo donde nos sentamos todos con todos... sin jerarquías, sin rótulos ni letreros. Bienvenidos los espacios abiertos, con luz y buena iluminación, que invitan a la creatividad y al desarrollo de nuevas ideas entre equipos diversos de la organización. Esta debería ser la consigna de las nuevas oficinas... espacios donde los cubículos no corten las ideas, ni las puertas cerradas generen distancias.

Que esta sea una invitación para que replanteemos el rol de "la oficina" en nuestras organizaciones. No es un espacio para estar de Lunes a viernes, de 7 a 5... es un espacio para encontrarnos, para construir, para conversar con un café y crear la cultura que nos soñamos de nuestra organización.

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