El capital social es vital en las organizaciones, reflejando la riqueza de las relaciones y conexiones entre empleados. Una ONA revela distribuciones desiguales de estas conexiones, indicando que pocos individuos sostienen la mayoría de las interacciones. Es crucial gestionar y potenciar estas redes para fortalecer el rendimiento corporativo.

El artículo explora la distinción entre diversidad e inclusión en las empresas, utilizando el Análisis de Redes Organizacionales (ONA) para revelar cómo las interacciones de género pueden desafiar la colaboración efectiva, y propone estrategias basadas en ONA para mejorar la inclusión y el rendimiento organizacional.

Las áreas de talento humano no podemos ser las últimas en montarnos al mundo de los datos, porque las personas nos están presionando cada vez más a que mejoremos los procesos de la experiencia del empleado, y personalicemos los temas de talento, y sin datos es imposible hacerlo.

Es bien sabido que las organizaciones fracasan en el cambio con más frecuencia de lo que tienen éxito. A pesar de la enorme atención prestada a la comprensión de los procesos de cambio, ni las prácticas tradicionales ni el pensamiento de vanguardia han proporcionado a los líderes lo que necesitan para promulgar un cambio significativo a gran escala.

Desde el inicio de la pandemia, hemos experimentado una erosión significativa en el tejido social de las organizaciones. Como se destacó en artículos anteriores, nuestras conexiones puente se deterioraron inmediatamente casi un 30% durante los primeros meses de trabajo remoto.

Este artículo aborda cuatro formas de manejar ese efecto vecidnario.